jueves, 17 de febrero de 2011

Madrugada del 17 de Febrero.

Me noto algo decaído, no sé el motivo. Me refugio en internet para no tener que pensar en todo lo que me rodea. Me siento mal conmigo mismo, no sé exactamente qué me pasa, ando un poco desganado, estoy cansado siempre de lo mismo. La maldita rutina que cada día que pasa más se acentúa y más me mata por dentro. Odio esto, odio todo. Lo único que le da "vida" a mi vida, valga la redundancia, son Marjory y el resto de mi grupo de amigos.
Ellos son lo que siempre he querido tener, lo anhelaba desde que llegué a Sevilla. Cuando me fui de Barcelona me lo quitaron todo, y ahora, de algún modo, una pequeña parte de mi felicidad ha vuelto. Supongo que me lo merezco. Es decir, no sé, cuando llegué aquí estuve tres años sin amigos y sin salir de casa, después conocí a Beatrice y Conrad y así a más gente. Estuve otros dos años dando tumbos de grupo en grupo, sin acabar de integrarme en ninguno, hasta que apareció ella.
Ahora no los cambiaría por nada en el mundo, me hacen parecer sano y comprendido.

Empiezo a preocuparme de nuevo por mi aspecto físico. Puede que sea cierto eso que dicen de que nunca se acaba de salir del todo de la anorexia y la bulimia. Hace no mucho tuve una conversación sobre ese tema con Eleanor. Puede que sea verdad, de todas formas me niego a volver a caer en ese estúpido problema, el cual sólo me hizo odiarme y odiarme hasta extremos irracionales. No lo haría de nuevo, no me merezco eso, y las personas que me rodean mucho menos. Supongo que empezaré a mantener una dieta algo más equilibrada y a volver al gimnasio. No quiero convertirme en... me molesta decirlo, pero no quiero estar gordo. No soy una persona superficial, sólo soy superficial conmigo mismo. Dentro de mis posibilidades me gustaría estar lo mejor posible, no me gustaría que me señalasen por la calle diciendo "qué chico más horrible" o algo así.

...cuanto más escribo sobre esto más ridículo me siento.

Últimamente estoy algo más paranoico de lo normal, cada vez que salgo sólo a la calle me rondan pensamientos y miedos, y siento como si alguien me siguiera. Supongo que después del robo estaré algo más susceptible en ese aspecto, será eso. De todas formas no me preocupa, no va a ser para siempre. No es la primera vez que imagino que alguien me sigue. recuerdo que cuando leo estaba aquí sufría esa sensación constantemente. Puede que la marcha de leo me haya aportado cosas buenas a su modo.
Cuando estaba él aquí me sentía protegido, estaba él, siempre a mi lado. Siempre que tenía noches complicadas iba a su casa, o venía él a la mía, sabía que si pasaba algo estaría ahí, pero cuando él no estaba me sentía desprotegido. Era una especia de instinto maternal, supongo. Esa palabra me da algo de... no sé, no me gusta leer la palabra "maternal" y Leo en la misma frase. Ya me resulta difícil mencionarla con "hermano."
Pero bueno, es cierto, es como mi hermano, pero bueno... tenemos sexo. ¿Qué tiene de malo?
Intento autoconvencerme a mí mismo, en fin.
Como iba diciendo; ahora que no está él he aprendido a controlarme más en mis crisis emocionales. Es más, ya apenas hay crisis emocionales. Digamos que estoy algo más cuerdo. Pero echo en falta eso que no sé qué es.

A finales de Marzo leo volverá de Alemania para quedarse una semana conmigo otra vez. Estoy impaciente, el que no esté aquí me hace tener más ganas de verle, y si se puede, quererle más. Esa semana se lo presentaré a mis amigos, o al menos a Marjory. A Leo no le gustan las multitudes... no hace falta que lo diga, pues yo era su único amigo.

Estos días estoy tocando mucho más la guitarra, me siento con más ganas de tocarla, me relaja mucho. Mañana tengo pensado salir a comprar ropa, a ver qué tal va...

Por hoy nada más. San Valentín lo pasé encerrado en casa. Odio a las parejas.
Nanit.

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