viernes, 18 de febrero de 2011

Mañana del 18 de Fabrero.

Las cosas en mi casa van bien. Desde que mi madre nos deja comprar carne el ambiente familiar a mejorado considerablemente.

jueves, 17 de febrero de 2011

Madrugada del 17 de Febrero.

Me noto algo decaído, no sé el motivo. Me refugio en internet para no tener que pensar en todo lo que me rodea. Me siento mal conmigo mismo, no sé exactamente qué me pasa, ando un poco desganado, estoy cansado siempre de lo mismo. La maldita rutina que cada día que pasa más se acentúa y más me mata por dentro. Odio esto, odio todo. Lo único que le da "vida" a mi vida, valga la redundancia, son Marjory y el resto de mi grupo de amigos.
Ellos son lo que siempre he querido tener, lo anhelaba desde que llegué a Sevilla. Cuando me fui de Barcelona me lo quitaron todo, y ahora, de algún modo, una pequeña parte de mi felicidad ha vuelto. Supongo que me lo merezco. Es decir, no sé, cuando llegué aquí estuve tres años sin amigos y sin salir de casa, después conocí a Beatrice y Conrad y así a más gente. Estuve otros dos años dando tumbos de grupo en grupo, sin acabar de integrarme en ninguno, hasta que apareció ella.
Ahora no los cambiaría por nada en el mundo, me hacen parecer sano y comprendido.

Empiezo a preocuparme de nuevo por mi aspecto físico. Puede que sea cierto eso que dicen de que nunca se acaba de salir del todo de la anorexia y la bulimia. Hace no mucho tuve una conversación sobre ese tema con Eleanor. Puede que sea verdad, de todas formas me niego a volver a caer en ese estúpido problema, el cual sólo me hizo odiarme y odiarme hasta extremos irracionales. No lo haría de nuevo, no me merezco eso, y las personas que me rodean mucho menos. Supongo que empezaré a mantener una dieta algo más equilibrada y a volver al gimnasio. No quiero convertirme en... me molesta decirlo, pero no quiero estar gordo. No soy una persona superficial, sólo soy superficial conmigo mismo. Dentro de mis posibilidades me gustaría estar lo mejor posible, no me gustaría que me señalasen por la calle diciendo "qué chico más horrible" o algo así.

...cuanto más escribo sobre esto más ridículo me siento.

Últimamente estoy algo más paranoico de lo normal, cada vez que salgo sólo a la calle me rondan pensamientos y miedos, y siento como si alguien me siguiera. Supongo que después del robo estaré algo más susceptible en ese aspecto, será eso. De todas formas no me preocupa, no va a ser para siempre. No es la primera vez que imagino que alguien me sigue. recuerdo que cuando leo estaba aquí sufría esa sensación constantemente. Puede que la marcha de leo me haya aportado cosas buenas a su modo.
Cuando estaba él aquí me sentía protegido, estaba él, siempre a mi lado. Siempre que tenía noches complicadas iba a su casa, o venía él a la mía, sabía que si pasaba algo estaría ahí, pero cuando él no estaba me sentía desprotegido. Era una especia de instinto maternal, supongo. Esa palabra me da algo de... no sé, no me gusta leer la palabra "maternal" y Leo en la misma frase. Ya me resulta difícil mencionarla con "hermano."
Pero bueno, es cierto, es como mi hermano, pero bueno... tenemos sexo. ¿Qué tiene de malo?
Intento autoconvencerme a mí mismo, en fin.
Como iba diciendo; ahora que no está él he aprendido a controlarme más en mis crisis emocionales. Es más, ya apenas hay crisis emocionales. Digamos que estoy algo más cuerdo. Pero echo en falta eso que no sé qué es.

A finales de Marzo leo volverá de Alemania para quedarse una semana conmigo otra vez. Estoy impaciente, el que no esté aquí me hace tener más ganas de verle, y si se puede, quererle más. Esa semana se lo presentaré a mis amigos, o al menos a Marjory. A Leo no le gustan las multitudes... no hace falta que lo diga, pues yo era su único amigo.

Estos días estoy tocando mucho más la guitarra, me siento con más ganas de tocarla, me relaja mucho. Mañana tengo pensado salir a comprar ropa, a ver qué tal va...

Por hoy nada más. San Valentín lo pasé encerrado en casa. Odio a las parejas.
Nanit.

sábado, 12 de febrero de 2011

Mañana del 12 de Febrero.

Anoche la soledad y tranquilidad de mi habitación se vieron interrumpidas por Eleanor y John. Para bien, obviamente. Hacía tiempo que nadie entraba en mi habitación. Bueno, en realidad no mucha gente ha entrado desde que es mía, ni siquiera mis padres.
Está bien, sólo Leo ha entrado.

Anoche John y Eleanor se quedaron a dormir en mi casa. En su momento iban a dormir a casa de Amelia, pero esa noche bebió más de la cuenta y estaba algo indispuesta.
Me divierte la espectación que hay en mi casa cuando aparecen nuevas personas que no son comunes en nuestro día a día. Creo que mis padres pensaban que no tenía demasiada vida social, o algo por el estilo. Esta situación debe haberles dejado perplejos, dado que apenas he profundizado apenas en nada sobre mis amigos con ellos. Sólo conocen sus nombres y ciertos detalles, por los que los distinguen.
Exceptuando a Leo, pero él era de mi entorno, él no cuenta. Él es de la familia...

Sigo con el sentimiento que describí hace unos días. Definitivamente no es pareja lo que necesito.
Pero necesito algo más, no sé qué es, a veces me planteo si será puro egoísmo, porque estoy perfectamente, osea, no sé, tengo amigos, buena relación con mis padres, me va bien en clase, mis complejos desaparecen a un ritmo lento, pero desaparecen, no tengo de qué quejarme, Pero lo hago, soy eso que critico y odio. Pero bueno, como digo siempre, "ya pasará."

miércoles, 9 de febrero de 2011

Madrugada del 9 de Febrero.

Conseguí arreglarlo todo con el chico de Habbo.
Leo se fué, creo que somos algo así como pareja, sin confirmar, o algo así. No lo sé.
Han sido unos días bonitos, hemos tenido más de una conversación que los dos necesitábamos tener, hemos tenido momentos preciosos. Es normal, es Leo, él hace que todos los momentos sean especiales. Me lo he pasado realmente bien con él, hacía tiempo que no le abrazaba, le he echado tantísimo de menos...
Pero he de decir que no me ha afectado su ida, volverá en dos meses si todo va bien. Me gustaría que volviese, es una de las personas con más protagonismo en mi vida. No en mi día a día como me gustaría, pero en mi vida sí. Ya dije que él me cambió totalmente.

Cambiando rotundamente de tema, he conocido a una chica muy simpática en clase, llamémosla Auro.
Es buena chica, pero la pobre es... a veces... algo cargante.
Me recuerda a la "persona depresiva" del libro de David Foster Wallace. Y no la entiendo, tiene dinero, es muy guapa, y tiene muchísimos amigos, es decir, no debería quejarse, no sé... en fin, no tengo nada en contra de ella, es más, le tengo hasta algo de cariño, pero bueno, sólo quería desahogarme.

Estos días están pasando volando. Son todos días grises, en los que no hago nada especial. Es más, seguramente dentro de unos cinco días ya no recuerde éste día. Son todos iguales, monótonos, y la monotonía me desespera y me enerva.
Necesito algo especial que me haga entretenerme, que me haga sentir ilusión por cada día. No sé si necesito una pareja, o algo así, no creo, la verdad es que he aprendido a apreciar mi soltería, me gusta no tener que preocuparme ni depender de nadie para actual de una u otra manera, no tengo que ser cauteloso en ningún sentido estando solo.
Así que no sé, no sé qué me pasa.
Espero que pase pronto, quiero que mis días vuelvan a ser interesantes.

martes, 1 de febrero de 2011

Madrugada del 1 de Febrero.

Hasta ahora todo ha ido bien. El malagueño es historia.
Leo ha venido, parece mentira que le haya podido tocar, desde que se fué he añorado poder hacer eso, tocarle, despeinarle más si se puede, percibir su olor... es todo como un sueño, parece irreal,  aún no me creo que esté aquí. Y no acabo de aceptar que no pueda volver a verle hasta pasados varios meses después de esto.

Hoy pasó la tarde con sus antiguos compañeros de piso, hoy sólo estuve un rato con él. Mañana y pasado estará conmigo, a mi lado. No sé qué haremos aún, pero estoy seguro de que estará bien, sólo necesito su presencia para que todo vaya bien, es lo que necesito.
Todo es perfecto.
O bueno, casi...

Por el amor de Dios, soy Jean Février, raramente he escrito aquí para contar cosas buenas. Aunque bueno, me alegro que a veces no sea todo tan malo, para variar. la verdad es que estos días ha estado todo muy bien, no puedo quejarme.

No puedo, pero lo hago, así, sin remordimientos ni vergüenza. Es mi blog y me quejo porque quiero.

Hace ya bastante, conocí por Habbo (sí, mivida social se está viendo gravemente afectada por Habbo.) a un chico, llamémosle Jake. Es universitario, estudia derecho. No sé cómo es físicamente, tiene un maldito empeño en no dar datos personales. Es un poco estúpido. Pero bueno, quitando eso es buen chico, llevamos hablando por Habbo unos dos meses, casi todas las mañanas solemos hablar unas dos o tres horas, tiene muchísima facilidad para sacar conversación, es un chico genial.
Al principio pensé que me sentía atraído por él, pero me pareció algo raro, es decir, ¡no le he visto ni creo que le vea en mi vida!
Descarté esa opción, obviamente. Es un buen chico, y se ha convertido en mi confidente. Quizás porque como vive lejos, no puede influir en mi vida de ninguna manera, y yo para él, supongo que lo mismo. le considero un buen amigo.
Hasta ahí normal, bueno, "normal". Todo lo normal que puede ser este tipo de relaciones.
Hoy creo que le falté un poco el respeto, dije algo así como "No quiero que me enseñes una foto tuya, si me la enseñases, seguramente perdería el interés por tí." Bueno, puede ser comprensible que le molestase, la verdad...
Después intenté disculparme, pero no lo conseguí, odio no saber articular frases cuando me he equivocado. Sólo le pedí perdón, pero creo que sigue molesto, acto seguido se despidió muy cortante.

En fin, me siento culpable, con razón. Sólo quiero que sea mañana para arreglarlo todo. Espero que mañana todo vaya a bien, pedirle perdon, mostrarle que estoy arrepentido, y ver a Jairo. Sólo quiero eso, sólo quiero tener un buen día, no preocuparme con nada, estar bien con todos.

No sé por qué he escrito hoy nada, esta actualización ha sido pura mierda.
Buenas noches.