Abel me ha decepcionado con creces.
No suelo desconfiar de nadie, pero con él hice bien, muy bien. Es el ser infantil que me imaginaba, desde luego no me ha defraudado en ese sentido. Muchas promesas que no han servido sólo para intentar ocultar su personalidad ególatra y promiscua, lo cual no ha servido para mí.
Karl y su novio me advirtieron hace semanas, e hice bien en creerles. Lo que más rabia me da es no haberle podido ver en persona, tenía muchas cosas que decirle, pero bueno, tengo la esperanza de poder encontrármelo por la calle cuando esté por Sevilla, y ajustar cuentas. Si no, siempre está el Restauante Almanara, no creo que su familia sepa lo que Abel hace por internet, y si se me cruzan los cables no dudaré en ir ahí a hacerselo saber a su familia.
Me he reconciliado con Hubert, ahora somos amigos, me parece bien, creo que ya no me gusta, por ahora no ha despertado ningún de los sentimientos que he vivido con él. Aunque bueno, tan sólo he estado con él unas horas. Pero no ha sido lo mismo, supongo que ha habido algo de ensión, no sé si por su parte, pero por la mía sí, no del todo, es decir, no me molestaba su presencia, pero no sabía qué decir.
Ahora no tengo internet, me despido, estoy en un locutorio. Ahora llamaré a Leo, le echo de menos.
Nanit.
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